Marzo, 2018
Gerardo J Arcia R
Amo leer porque amé a una mujer
"Aquí arriba solo hay piel y maquillaje, es debajo donde hace su trabajo el engranaje" Sharif.
Mi mama siempre quiso que nos educáramos, que leyéramos y aprendiéramos sobre todo. Siempre me decía cosas como: "Lee hijo que eso te va a servir mucho en la vida". Pero claro, yo con 15 años nunca me había parecido la lectura algo importante, entre mi rebeldía adolescente, quizá no leía solo para llevarle la contraria a mi madre. Madre, como te amo.
Hoy con 24 años de edad, me gusta mucho leer. Es increíble la cantidad de cosas que he aprendido leyendo, y como en algunos momentos es mi escape de este mundo, el cual ya no es un sitio seguro para vivir. Pero, cómo empezó mi amor por la lectura, esta puede ser la pregunta clave y lo curioso de toda esta historia.
Para no hacer largo el cuento, a los 17 años me enamoré de una bella dama. A ella le encanta leer, y tiene muchos sueños respecto a la literatura. Espero que todas sus metas las cumpla, porque sinceramente, se lo merece. En el afán de querer tener una mayor afinidad con ella comencé a leer, leer mucho y leer de todo lo que pudiera. Aunque para ese momento no entendía que el amor va más allá de afinidades, me quedó el dulce sabor de la lectura y el amargo sabor de su partida.
Así fue como le agarré el gusto a leer, ella siempre me motivo a ser mejor persona y sin saberlo ella logro convertirme en una mejor persona. Quizá por eso, aunque no estemos juntos, a veces tengo la leve sensación que le debo demasiado.
Hoy, de nuevo, leo demasiado. Leo porque me gusta, porque me libera, porque me enseña, leo porque me recuerda a ella. Libre, sentimental y pura. Si alguna vez llegas a leer esto, entonces ¡Gracias!
Las verdaderas historias de amor son estas, son donde la otra persona te cambia para bien sin necesidad de afanarse, las verdaderas historias de amor no son aquellas con un final feliz. Porque el amor amigo mío, el amor no es exactamente eso que la mayoría de las personas cree.
Y si no te gusta leer, o no lo has intentando, te invito a que lo intentes, quizá solo te falta un empujón como a mí.
Es lo que lees cuando no tienes que hacerlo, lo que determina lo que serás. Oscar Wilde.
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